El bruxismo es el hábito inconsciente que tiene una persona al apretar o rechinar los dientes, tanto de día como de noche.
El bruxismo se produce cuando se aprietan los dientes superiores e inferiores generando una fuerte presión.
Algunos síntomas de padecer bruxismo son:
• Dolor de cabeza de forma regular.
• Ansiedad durante el día.
• Procesos de insomnio.
• Dolor mandibular y de oído.
• Mayor sensibilidad al frío o al calor.
• Notar que se desencajan las mandíbulas al abrir y cerrar la boca.
La férula de descarga es el tratamiento más común para el bruxismo debido a su gran eficacia. Se trata de una placa de resina transparente que se diseña de forma personalizada para la boca de cada paciente y se coloca en una de las dos arcadas dentales. Con esto se consigue evitar que los dientes de arriba entren en contacto con los de abajo, acabando así con el desgaste que se produce al apretar o friccionar unos contra otros, lo cual puede causar dolor de mandíbula, de cabeza e incluso en la parte posterior del cuello.
El tratamiento del bruxismo y del apretamiento dental trata de reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir el rechinamiento de los dientes al máximo. Dependiendo de cada caso, el tratamiento del bruxismo puede basarse en una de las siguientes técnicas (o en una combinación de éstas):
· Tallado selectivo o ajuste oclusal.
· Férula de descarga.
· Rehabilitación protésica.
· Ortodoncia.
· Fisioterapia: Ejercicios musculares.
· Tratamiento farmacológico en fases agudas.
· Calor seco y húmedo.
· Acupuntura.
· Composites dentales para las lesiones producidas por el desgaste.